Y ahora que has tenido la oportunidad de descubrir algo acerca
de ti, me pregunto por los muchos caminos que podrás encontrar
para usar adecuada y creativamente, en tu propio beneficio … los momentos en que te sientas insegura, inseguro. Para poder saberlo, me gustaría comentarte las funciones positivas que te aporta dicha inseguridad.
Por un lado, sentirte de esta manera señala la necesidad de parar un momento, descansar y reflexionar. -¿Qué tengo que pensar, María? – te estarás preguntando. No se trata de pensar sino de cuestionarte ciertas creencias preconcebidas o ideas que pudieran estar bloqueando tu avance.
Esto significaría que sigues aprendiendo, que te permites reevaluar lo que te sirvió en una etapa de tu pasado y que tal vez ahora ha quedado obsoleta, resulta ineficaz o no se ajusta esa manera de ver, pensar o de sentir, a la situación en la que te encuentras.
Se suele combatir la inseguridad con exigencia, obligándote a ir a un ritmo que ves en otros a los que admiras o te gustan, y ahí, dejas de escucharte. Cuanto más te exijas saber que elección es la más adecuada para tí, más te estarás desconectando de tus valores, de ti. Y la lucha interior, por tanto, aumenta.
Si sientes inseguridad, es porque sabes dónde ir para encontrar la libertad interior, y lo único que te sucede es que tiemblas de miedo si te diriges allí, porque habría cosas que cambiarían en tu vida… es cuestión de tiempo que des el paso para saltar el miedo.
Desde aquí te animo a dejar a un lado los pensamientos y ponerte en acción.
Espero que te haya gustado. María Saavedra